“De este año no pasa, aprendo inglés sí o sí”. ¿Te suena esta frase? ¿La has escuchado más de una vez, verdad? ¿O, incluso, la has dicho tú? Sin duda, el objetivo de aprender un segundo idioma suele ser una constante en las listas de propósitos de muchísima gente, sobre todo esas que solemos hacer en enero y/o septiembre (cuando, no por casualidad, empiezan a bombardearnos con coleccionables y cosas por el estilo).
Si has estado alguna vez en esa situación, don’t worry, vamos a ver, en un periquete, los 3 errores más comunes que podemos cometer al intentar aprender o mejorar nuestro nivel de inglés y te daré las claves para poder solucionarlos. There We Go!
Error #1 – NO DEFINIR MEJOR TU OBJETIVO
Bien, has dado el primer paso, has decidido que quieres aprender inglés o mejorar tu nivel, pero aunque como objetivo principal no está mal, lo peor que puedes hacer es no ir más allá. Es decir, nuestro verdadero objetivo nunca puede ser solamente aprenderlo, sino por qué o para qué queremos aprenderlo.
Multitud de sistemas educativos nos han metido durante décadas el inglés casi con calzador. Desde pequeños nos empezaban a enseñar gramática y vocabulario “a tutiplén”, sin ni siquiera explicarnos o sugerirnos por qué era importante aprenderlo (bueno, como mucho, nos decían que para encontrar un buen trabajo el día de mañana…) o para qué nos podría servir en un futuro. Por no hablar de la casi inexistente carga cultural de la asignatura. Directamente lo aprendíamos porque era una asignatura más.
De ahí que, cuando nos proponemos retomar su aprendizaje pasados los años, pues seamos incapaces de enfocarnos y de encaminar nuestros pasos de forma más segura hacia nuestro objetivo final.
Solución: Analiza cuál ha sido tu relación con el inglés durante TODA tu vida y define bien por qué y para qué deseas aprenderlo o mejorarlo. El análisis inicial te servirá, sobre todo, para descubrir posibles bloqueos que han estado impidiendo tu aprendizaje hasta este momento. Y encontrar tu porqué será fundamental para mantenerte motivado durante el proceso.
Error #2 – NO APROVECHAR NUESTRAS PROPIAS MOTIVACIONES PARA APRENDER
Como comentaba en el punto anterior, debido a las deficiencias de los sistemas educativos que han dejado de lado durante demasiados años el aspecto comunicativo del idioma, podemos tener la idea errónea de que solamente se puede aprender inglés de una determinada manera, y que solo seremos competentes en inglés cuando sepamos toda la gramática y la mayor cantidad de vocabulario posible (casi como si fuésemos diccionarios andantes o algo así).
¿Alguna vez os propusieron en el colegio o en el instituto elegir algún tema de vuestro interés y desarrollar algún trabajo en inglés sobre el mismo? A mí, desde luego, no. Es verdad que las cosas, afortunadamente, van cambiando, y cada vez en más centros educativos encontramos programas por proyectos que tienen muy en cuenta (¡por fin!) que el inglés no deja de ser otra lengua más cuyo aprendizaje debería asemejarse al de nuestra propia lengua materna. El aspecto comunicativo entra en juego y eso, sin duda, al menos bajo mi punto de vista, es fundamental. Así que las generaciones que vienen lo tendrán un poco más fácil que nosotros.
¿Qué podemos hacer para recuperar esa motivación que ha estado ausente hasta ahora? Sencillo…
Solución: Hazte las siguientes preguntas: ¿qué es lo que más me gusta hacer en mi tiempo libre? ¿cuáles son mis verdaderas pasiones? Seguramente aparecerán en ese listado distintas temáticas, las cuales te servirán, ahora sí, para saber en qué te vas a centrar para mejorar tu inglés. Si, por ejemplo, te apasiona la escalada, o la cocina saludable, o la moda… ¡BINGO! Lo único que tienes que hacer ahora es encontrar palabras clave en inglés relacionadas con tu temática y… voilà, ya tienes el punto de inicio de tu aventura… Blogs, páginas web, influencers, vídeos en YouTube… The sky is the limit!!!!
Error #3 – PENSAR QUE, AL NO SER NATIVO, NUNCA VAS A PODER HABLARLO DE FORMA FLUIDA
Esta sea, quizá, la creencia limitante que encuentro con más frecuencia entre mis clientes. Y, créeme, te entiendo perfectamente porque yo también he estado en ese punto. Después de años y años estudiando en el sistema reglado, más el aprendizaje autodidacta que he llevado a cabo durante toda mi vida, me encontraba en un punto en el que seguía creyendo que era incapaz de hablar inglés. Hasta que di con el problema: me sentía insegura por el simple hecho de que no lo había hablado apenas. Así de sencillo (y así de triste, por desgracia), no lo hablamos porque no nos han enseñado a hablarlo.
Hace poco leía una estadística que, bueno, desconozco si es estrictamente cierta o no, pero al menos creo que puede ser bastante aproximada: Si hablas español e inglés, te puedes comunicar con el 80% de la población del planeta.
Y es que, así es, ¿para qué ha de servirnos un idioma? Pues precisamente para eso, para comunicarnos. Y hacerlo de forma efectiva nunca estará reñido con ser o no nativo de esa lengua. Alcanzar un nivel que nos permita comunicarnos con el resto del mundo es mucho más sencillo de lo que imaginas y puede conseguirse con la ayuda adecuada. Así que…
Solución: Puedes empezar a trabajar esta creencia que te bloquea con meditación. Ya puestos, puedes hacer el ejercicio de buscar una meditación guiada en inglés cuyo objetivo sea vencer creencias limitantes. Así consigues dos cosas: vas a vencer tu límite y vas a aprender algo nuevo del idioma que quizá nunca te habías planteado.
Y, si deseas contar con la ayuda de alguien que te acompañe en ese proceso y defina contigo, mano a mano, cuáles son los pasos que debes seguir para conseguir tu objetivo, adelante, estaré encantada de conocerte y de ayudarte. Junt@s vamos a hacer que aprender o mejorar tu nivel de inglés nunca más vuelva a ser tu asignatura pendiente 😉 Are you ready?
Yes, I am!
Best wishes…